RAFFO "GUARDA QUE VIENE EL TREN" · Música de Flores Vol.1 ·
PAI – 2006
- 01 Malabaristas Corto 1:20
- 02 El Rengo 1:35
- 03 Artigas 1:45
- 04 Cicatriz 1:48
- 05 Hell-Free Day 1:30
- 06 Sin Móvil Apar 1:42
- 07 La Represa Corto 1:10
- 08 Guarda Clip OK 1:26
- 09 Cuando Yo No Esté 1:04
ESCUCHAR / COMPRAR
- Dos Malabarista Descalzos
- El Rengo, La Bailarina y El Monito
- Artigas, Mano Izquierda
- Cicatriz
- Hell Free Day
- Sin Móvil Aparente
- La Represa
- Guarda Que Viene el Tren
- Cuando Yo No Esté
Música compuesta y arreglada por Juan «Pollo» Raffo.
MÚSICOS
- Juan “Pollo” Raffo piano, piano eléctrico, órgano, sintetizadores, samplers,
melódica, vocoder, bajo de Minimoog en “Artigas, mano izquierda”,
muestras de juguetes en ”Hell-Free Day”. - Daniel Johansen: saxos tenor y soprano.
- Andrés Rot: bajo eléctrico y contrabajo.
- Tomás Babjaczuk: batería.
- Beto Merino: bombo legüero, timbales, congas, bongó, redoblantes, surdos, djembé y accesorios.
MÚSICOS INVITADOS
- Juan Carlos Baglietto: voz en «La represa»
- Víctor Skorupski: flauta contralto y clarinete bajo en «Sin móvil aparente»
- Pablo Rodríguez: saxo barítono en «El rengo, la bailarina y el monito»
- Juan Cruz De Urquiza: trompeta y flugelhorn en «Sin móvil aparente»
- Rataplán: cuerda de tambores de candombe en «Artigas, mano izquierda»:
- Pablo Belmes, Lele Carroll y José Ureta: chicos
- Lucas Helguero y Néstor Rijo: repiques
- Santiago Lemos y Agustín Traversa Moré: pianos
- Juan Dargenton: bandoneón en «El rengo, la bailarina y el monito», «Cicatriz» y «Artigas, mano izquierda»
- Francisco Rivero: guitarras eléctrica y criolla en «Artigas, mano izquierda»
- Lucho González: guitarra criolla en «La represa»
- Sebastián Prusak: violín en «El rengo, la bailarina y el monito» y «Guarda que viene el tren»
- Carlos Nozzi: cello en «Cicatriz»
- Banda de Semáforo en «Dos malabaristas descalzos»:
- Luis Bacqué: trompetas y trombones
- Juan Raffo: redoblante y tuba sinte
- César Borra: bombo
- Juan Junca: platillos
- Muestras vocales en “Hell-free day”: Gregorio Raffo
- Operativo policial en «Sin móvil aparente»: Juan Acosta
- Cuerdas en «La represa»: Gigaensamble Chacarita
- Coordinado y producido por Pablo López Ruiz
- Coro de advertencia en «Guarda que viene el tren»: Tomás Babjaczuk, Paola Hidalgo, Juan Junca, Luciano Maldonado, Beto Merino, Emiliano Messiez, Matías Ortiz, Alan Plachta, Juan Raffo, Luis Serna.
FICHA TÉCNICA
Grabado y editado en Mandarina Música por Luis Bacqué.
Mezclado en El Hornero por César Silva – elhornero@alternauta.com
Masterizado en Steps Ahead Sound por Pablo López Ruiz y Gustavo Fourcade www.stepsaheadsound.com
“Hell-free day” grabado y mezclado en New York University por Juan Raffo.
Asistencia en estudio y grabaciones adicionales: Juan Junca y César Borra.
Operador de sonido en vivo: Gallego Antinori.
Diseño y fotografía: Francisco Sánchez Valassina y Emmanuel Panza (Estudio Pescado) – fyvfotografia@gmail.com
Corrección: Eduardo Mileo.
Mural de la estación flores realizado por Carlos Terribili sobre textos de Alejandro Dolina.
Editado por Fernando Lerman para P.A.I. Producciones argentinas e internacionales –
www.pairecords.com.ar
Realizado con el apoyo del Fondo Cultura Buenos Aires.
Producido por Juan Raffo.
AGRADECIMIENTOS
Todos los colegas/amigos invitados, Roxana y Gregorio, José Luis Sabakdanián, Pedro Piana, Alan Plachta, Eduardo Mileo, Marcelo Braga y La Emc, Ernesto Jodos, Miguel Loubet, Alicia D’emilio, Alicia Cévoli, Maia García, Ianina Trigo, Patricia Keena, Lucas Helguero, el anónimo silbador nocturno en el paso a nivel de Fray Luis Beltrán, Los pibes que cruzaban Boyacá, los malabaristas de la 9 de Julio y los muchachos del lubricentro “Mis Enanos”, César Silva, Pablo López Ruiz y Gustavo Fourcade, Juan Junca y César Borra Fernando Lerman, Francisco Sánchez Valassina y Emmanuel Panza, Juan Baglietto, Miguel Cantilo, Juan Acosta, Alejandro Dolina y sobre todo gracias a Luis Bacqué, por que sin su impulso y perseverancia este proyecto jamás se hubiera concretado.
Juan“Pollo” Raffo, invierno de 2006
PRÓLOGO - Alejandro Dolina
El pensador de Flores Manuel Mandeb sostenía que la música no le gusta a casi nadie. Conforme a su criterio, lo que verdaderamente atrae a las multitudes son las circunstancias anexas a ella: la poesía, la danza, la teatralidad; pero también el aspecto de los cantantes, sus romances, sus trajes, las doctrinas que parecen auspiciar, el público que asiste a los recitales, el diseño de las tapas de los discos, las luces de colores, etcétera. Una somera inspección de la vida musical argentina no nos deja tan lejos de la idea de Mandeb: la música no se vende sola. Siempre existe una guarnición, un agregado, una extorsión que garantiza el entusiasmo que no necesita oídos.Con idéntico pesimismo, Eduard Hanslick sostuvo en el siglo XIX que la música carecía de toda alusión, que no representaba nada, que no aspiraba a recordarnos un lago, un dragón o una mariposa, sino que se trataba de una estructura combinatoria cuya lógica producía emociones. Fue un duro golpe para quienes creían en la música programática, aquella en la que cada escala, cada acorde, representaba alguna entidad o algún hecho del mundo real. Cuando alguien no alcanzaba a conmoverse con el discurso estrictamente musical se le explicaba que los timbales eran cañones, que los contrabajos señalaban el avance de las tropas napoleónicas, que los bronces saludaban la victoria de borodino, y el incompetente, satisfecho con esta elucidación, se quedaba con la idea de que la música era una especie de adivinanza sonora.
Este disco se abstiene de todo chantaje. Sus virtudes son estrictamente musicales. El fervor y la poesía figuran aquí como cualidades que ayudan al artista a realizar su música pero en ningún caso la sustituyen.
El Pollo Raffo maneja con indudable solvencia los elementos del jazz y de la música contemporánea pero ha conseguido, sin renunciar a ninguna de sus maestrías, sumarse a la tradición musical argentina. Ser un compositor argentino no es cosa que se acredite con la libreta de enrolamiento. Es necesario reconocer padres y abuelos, tanto sea para aceptar su legado como para modificarlo o aún rechazarlo. Desde esta superflua columna adjunta, me apresuro a adivinar que este disco correrá mejor suerte entre los que quieren oír, que en la sorda cadena de consumo de la industria.
Alejandro Dolina, julio de 2006.