Tiempo Argentino: Fusión con un estilo propio
Desde sus comienzos como estudiante de música en el Colegio Ward, pasando por el grupo Trigémino (a finales de los setenta) y diversos ensambles como El Güevo en los ’80 y Monos con Navajas (coliderado con Willy González) en los ’90, Juan Raffo viene desarrollando una carrera en la que conviven sus tareas como músico, compositor y docente. Su labor como arreglador, tecladista y/o director musical junto con destacados exponentes de las últimas cinco décadas del rock en la Argentina, como Vox Dei, Moris, Miguel Cantilo, León Gieco, Nito Mestre, Roque Narvaja, Baglietto, Soda Stereo, Fontova, Sueter, Celeste Carballo, Manuel Wirzt, Los Piojos, Divididos, Fito Páez, entre otros, lo ubican como uno de los músicos más versátiles y requeridos. Llamativamente, pese a su gran experiencia en el ambiente musical, su discografía como solista por el momento se limita a un tríptico de álbumes encuadrados dentro de un título genérico conocido como «Música de Flores», del cual acaba de aparecer su tercer eslabón, Al sur del Maldonado.
El «Pollo» (apelativo con el que se lo conoce) posee una particular capacidad a la hora de componer, ya que consigue aunar en sus creaciones diferentes géneros en los que prevalecen elementos cercanos al folklore y al tango. Parte de este «estilo Raffo» se complementa con acercamientos a la fusión y al jazz. Para lograrlo, cuenta con la eficaz labor de los integrantes de su grupo (Martín Rur en saxos tenos y soprano, clarinete y clarón, Tomás pagano en bajo de seis cuerdas y Rodrigo Genni en batería y loops).
Juntos llevan adelante piezas con desarrollos sutilmente intrincados como en «La polisémica/Tachame la doble», tema que abre el CD, en el que comienza a descubrirse la trama que irá discurriendo a medida que se recorre la placa. Raffo dosifica de manera inteligente en sus composiciones timbres caros a los sentimientos de todo amante de los teclados con los que logra colorear temas como «Franguinho é o caralho», un tema con aires brasileños, o el oscuro «Al sur del Maldonado», con una secuencia de piano sobre la que se monta una melodía con tintes tangueros. El candombe se adueña de «Operación repique», con la participación de César Silva dándole toques funkys con su guitarra, en tanto que «Extramuros» devuelve un espacio de reposo con la melodía a cargo del clarón de Rur. El alegre espíritu klezmer prima en «Goy friendly», acentuado con la participación de Sebastián Prusak en violín. «Melendez», que con toques folklóricos es atravesado por un vibrante solo de Hammond, tiene su continuidad en «Ataca el mamboretá», en el que el grupo en pleno encuentra momentos de variadas intensidades que van de la fusión al rock. El casi-funk de «The soul that sings» deriva en «Corazón de láser», un tema íntimo en el que el piano ofrece una despedida melancólica y sutil. El músico demuestra en este tercer trabajo como solista su desafío constante para encontrar fórmulas con las cuales conjugar su talento como compositor y como tecladista.
Lo consigue apelando a una variada paleta de recursos con la que logra un estilo personal en el que los límites van más allá de los territorios geográficos y musicales. Incluso, más allá del sur del Maldonado.