La Razón: Barrio musical
El tecladista y compositor Juan «Pollo» Raffo sigue presentando sus dos últimos discos, ambos inspirados en Flores.
por Micaela Vacca
La inspiración sale de muchos lados. Puede ser de una imagen, de un ritmo o, como le sucede al tecladista y compositor Juan «Pollo» Raffo, de un barrio.
Flores, en este caso. Esta inspiración la plasmó en dos discos, «Gua rda que V iene el Tren.
Música de Flores Volumen 1» y «Diatónicos Anónimos. Música de Flores Volumen 2», lanzados recientemente en formato digital y disponibles en iTunes a través del sello Sunnyside.
Graduado del Berklee Colle- ge of Music y de la Universidad de Nueva York, Raffo fue el líder de destacados grupos de música instrumental como «El Güevo» y «Monos con Navajas», y arreglador, tecladista y director musical de artistas como Juan Carlos Baglietto, León Gieco, Divididos, Soda Stereo, Los Piojos y Vox Dei, entre muchos otros.
Actualmente, continúa pre- sentando sus últimos álbumes y ya está estrenando nuevo material para el nuevo volumen: su próxima presentación será el viernes 20 de julio en Domus Artis, Av. Triunvirato 4311, a las 21:30. Allí tocará junto a Martín Rur (en saxos y clarinete), Tomás Pagano (en bajo) y Rodrigo Genni (en batería).
¿Cómo son los discos de Música de Flores?
– La música es instrumental y en ella se produce una mezcla de una serie de elementos que he escuchado en toda mi vida, lo que he estudiado y trabajado: el jazz, el rock, la música clásica y ritmos latinoamericanos como el tango, la milonga, el candombe y sonidos brasileros. Creo que esto es lo que terminan haciendo los compositores: crear un lenguaje personal a partir de la composición de las músicas que lo han influenciado. La forma en la que se articula este discurso es muy parecida a lo que ocurre con los cineastas o los escritores, que se pueden rastrear o detectar en sus obras las inf luencias que tienen, pero lo personal se encuentra en la manera en que las logran combinar.
¿Y cómo se relaciona tu música con el barrio?
– Esto tiene que ver con que yo soy de Flores y creo que el barrio tiene una historia particular, sobre todo a través de gente que ha escrito sobre él, como Alejandro Dolina (quien me prologó el primer disco), Oliverio Girondo o Roberto Arlt. Lo que me gusta es que en Flores se encuentran cosas suburbanas insertadas dentro de la metrópolis gigante que es Buenos Aires, como por ejemplo el empedrado o los árboles, que están muy cerca del centro. Me parece muy interesante este contraste. Mi música está muy vinculada a lo barrial, por eso tiene un tono melancólico muy fuerte.
¿Cómo será el tercer volumen?
– El lenguaje del disco será el mismo que los anteriores: una mezcla de ritmos latinoamericanos con bastante intervención de técnicas contemporáneas de composición. Pero, esta vez, decidí componer las piezas para que sean más transparentes y cortas.Si los discos anteriores tienen un formato similar al de una novela, ahora tendrá un formato más reducido, como si fueran varios cuentos. Y esto fue algo delibe- rado: me puse el objetivo de que las partituras de los músicos no tuvieran más de dos o tres hojas (en el disco anterior algunas piezas podían llegar a las once). Esa limitación me disparó ideas más concretas y concisas.
¿Cómo es tu proceso de composición?
– A veces parto de algo conceptual, a veces de un ritmo o una idea no musical. Me parece que cuantos más puntos de partida haya para componer música, mejor. Si uno tiene un único método al que recurre siempre, es posible que le salga música parecida. Por eso, cuando estoy haciendo un conjunto de piezas, a medida que las voy cerrando voy dejando de lado ciertas técnicas que ya utilicé, para evitar repetirme. Si tengo ya varios temas muy intensos busco algo más liviano y viceversa.