Jazz en la Noche: Concierto del Pollo Raffo en Domus Artis
Para los que todavía no saben quien es y quieren conocer la trayectoria del Pollo Raffo, no tienen más que entrar en polloraffo.com y ahí tiene todo servido. Pero ahora es urgente relatar la experiencia de esa hora y media larga y extraordinaria que pasamos allí, en un espacio donde público y artistas se fusionaron casi literalmente. Un islote de musicalidad donde pudimos disfrutar de mezclarnos con las notas que salían tanto de los teclados del Pollo y los saxos de excelente ejecutante Martín Rur, como de esa base de ritmo que forman Tomás Pagano en el bajo de seis cuerdas y Rodrigo Genni en batería. Pero sin lastimar los oídos, con un sonido muy equilibrado. Un gran trabajo del sonidista, del que siempre nos acordamos cuando todo suena mal o aturde.
Por Carlos Gulín
Ya hace más de un año que se editó el tercer volumen de la serie Música de Flores llamado Al sur del Maldonado. Un nombre de gran significado porque remite a una ciudad partida por un río que no se ve, pero todos sabemos que está, y divide la parte norte y carilinda de la Capital con el sur medio andrajoso, en donde está Flores, el barrio/aldea donde habita en cuerpo y alma el gran Pollo. Los anteriores títulos Guarda que viene el tren (2008) y Diatónicos Anónimos (2010), de entrada, nos arrancan una sonrisa socarrona. Aunque el contenido no es para reírse.
Pero el Pollo y su grupo lo siguen paseando en cuanta oportunidad se dé. En el Café Vinilo, un lugar clásico; en Jazz&Pop, que lamentablemente desapareció junto al Negro González o en este pequeño auditorio que invita a trasformar una presentación musical, casi en una performance de interacción entre público y artistas.(Próximamente en Boris Club /29 de Oct.)
En Domus Artis, tuvimos el privilegio de disfrutar el histrionismo del Pollo, ahí nomás, a dos o tres metros. Una particular encarnación de Johann Sebastián Mastropiero by himself que presenta sus temas de modo muy cómico, sin ninguna solemnidad e incluso auto-burlándose, demostrando la altura de los tipos que saben donde están parados. Ni un centímetro más ni uno menos. La presentación de sus músicos la hace de un modo tan particular que no sabemos si son palos o elogios, pero en cualquier caso, esa ambigüedad arranca carcajadas entre el publico que va entrando en el clima que proponen los temas.
La Polisemica/Tachame la doble arrancó sin preámbulos y avisando hacia donde va el viaje, o -mejor dicho-, avisando que el viaje puede tocar muchos puertos. Una chacarera a la Keith Emerson con el saxo alto de Rur sosteniendo y atando el paquete.
Siguió Franguinho é o Caralho (Pollito las pelotas) dedicado a quienes toman mas confianza de las que se les dá. Y al que le quepa el sayo, que se lo ponga. Un chorinho donde cada nota esta en su lugar y la percusión ocupa el lugar exacto y sin recargas. Pero el que se pone el tema al hombro es Martín Rur sin duda.
Después sonó The Soul that Sings, un tema funkeado a puro acordeón sintetizado y donde se lucen todos, armando varios y distintos climas en tan solo 6 minutos. A continuación Al Sur del Maldonado y su melancólico dialogo de piano y saxo alto fue unos de los mejores momentos de la noche.
Estos temas precedieron al estreno mundial (imposible de desmentir) de un temazo: Borboleta, un tema work in process, con muy poco ensayo según avisó el Pollo, y que se incluirá en el próximo disco, que esperan tener listo en el otoño 2015 con algunas características en sus títulos que yo no voy a revelar por que no soy batidor.
En este punto del concierto, hubo lugar para la presentación de Cesar Silva en guitarra, quien participó en Operación Repique, (otro tema del disco), tocando la guitarra de una forma magistral en un funk candombeado que recuerda al Opa! de los Fatorusso . También lo hace en un homenaje a El Güevo con Para Enterrarte y Camilo (Camoto), una tarantela intervenida dedicado a su padre y cuya partitura pide un cortospeach en cocoliche que el Pollo interpreta y lo trasforma en un scat en tano que es para toser de risa.
Para el final, quedó Extramuros una balada oscurita, que hace viajar la mente por una mañana neblinosa y fría. No es depresivo&. pero puede ser la banda de sonido de un mal día. Y para el cierre Ataca el Mamboretá: Un tema sólido, excelente desde su composición y arreglo hasta su ejecución, sin pifies, ni vacilaciones o zonas divagantes,
El bis final fue bien arriba con una versión de AfroRaffo del disco Noventa/Noventa y cinco, del primer grupo que lideró el Pollo, Monos con Navajas.
El disco editado se completa con tres temas que no interpretaron esa noche: Goy Friendly, un tema /comedia al uso Zappa. Con algo de música Klezmer tratada en modo jazzero, Un delirio genial u homenaje a alguien&.quien sabe. Pero tiene la virtud de hacer al disco kosher, de modo que la gente de la colectividad religiosa judía lo pueda escuchar sin culpa. Meléndez Una pieza que va y viene entre acordes de rock progresivo y aires de una chacarera con una melodía extraordinaria. Este tema me toca personalmente, porque cualquiera de más de 50 años, hincha de Boca, capta a quien está dedicado&. y se le viene encima la nostalgia. Y en Corazón de láser aparece el Pollo académico, con un hermoso cierre de disco con influencias de Ravel y Satie,
Hablar de la música de Juan Raffo, es meterse en un baile de Extramuros, en donde uno no sabe si sale vivo. Tiro algunas definiciones Express de especialistas autorizados (sin nombrarlos para no crear escozores): Raffo hace Jazz criollo; Raffo hace fusión a su estilo; Música Popular Porteña de un erudito y atorrante; Es jazz, sin discusión, pero sus temas también contienen a la música popular argentina y rioplatense.; Juan Pollo Raffo con espíritu rockero y así podría seguir aburriéndolos. El Pollo puede ser todo eso junto o no serlo. Puede quemar todas las etiquetas porque es capaz de reproducirlas las veces que le pidan, pero la propia autodefinición de su obra, es la que personalmente me agrada más: Música de autor.
Si hay chefs que hacen cocina de autor, y usan los mismos insumos que cualquiera de nosotros puede conseguir, pero les salen cosas que seríamos incapaces de producir, ¿Por qué no aplicar el mismo concepto a quien tomá un Keith Emerson, un Gismonti, un Hermeto, dos Fatorussos, los sazona con chacarera, tango, milonga, un poco del Wayne Shorter de Without A Net algo del Art Ensamble Of Chicago y NO los mezcla , sino que los recombina con el aporte de su talento y formación académica?
La realidad es una combinación de abstracciones. Y las etiquetas y clasificaciones son abstractas hasta que viene alguien y las hace entrar en el mundo real por su agudeza intelectual, su talento y su audacia.
Y en esta zona de la música que nos gusta, nosotros tenemos a algunos de esos señores. Y sin duda el Pollo Raffo es uno de ellos. Y me atrevo a decir que, de algún modo, es nuestro Zappa, por talento, creatividad y humor musical sarcástico. Le faltaría hacer letras. Pero no le demos ideas, porque no nos salvamos ninguno.