Puntal: Ataca el pianista
Hacía un tiempo que el Pollo Raffo, Juan es un nombre que casi ha perdido en el desbordante universo de su música, no venía a Río Cuarto. Una vez más Amigos por la música ha producido ese detalle de buen gusto.
por Ricardo Sánchez
Magníficamente acompañado por un vientista inspirado como Martín Rur, y dos bases impecables como el bajista Tomás Pagano y el baterista Rodrigo Genni (lleno de detalles de calidad), hizo otra vez de las suyas.
Hacer de las suyas significa huir de las clasificaciones prefiguradas pero desde una base musical inmensa, capaz de desbordar los límites del arroyo Maldonado, al que alude el título de su último disco.
Flores, ese espacio de pertenencia que verbaliza como un punto de apoyo, es apenas el comienzo de un trayecto trazado con una libertad poco frecuente: el Pollo va mucho más allá sin irse de su barrio.
Sus puntos de apoyo pueden ser la música klezmer como en la genial Goy Friendly o la figura y la creatividad inspiradora de Keith Emerson en Ataca el Mamboretá: el resultado es siempre el mismo.
Una música que traspasa límites sin buscar la originalidad vacía: una música imperceptible y honda a la vez, una música juguetona y cargada de emociones.
Uno de los temas, de título doble, puede dar la pista de que va esa música: se llama La Polisémica o Tachame la Doble, y enuncia desde allí la multiplicidad de sentidos que evoca, más allá de la aparente broma.
El Pollo empieza a producir esa multiplicidad cuando escribe, conjugando elementos estructurales más o menos reconocibles en el entorno, con un sentido armónico aventurero.
El resultado de esa inventiva desatada, bien jazzística, que sin embargo nunca desata el nudo de los orígenes, es una obra arrolladora, difícil de asir pero, después, difícil de soltar.
Es que cuando ataca el Pollo Raffo, ese pianista desbordante de ideas, arrastra a sus compañeros, y a los que los escuchan, hacia un lugar que parece estar en construcción perpetua, que hacia donde quiere ir.
Nota: Quien esto escribe fue el único que levantó la mano cuando el gran músico preguntó por un hincha de Boca mayor de 45 años. Y agradece la dedicatoria de Meléndez, inspirada en el gran Julio Meléndez Calderón, aquel zaguero peruano inolvidable. Lo agradece por el recuerdo y por la calidad del tema que el Pollo hizo a la sombra de su recuerdo.